Mostrando entradas con la etiqueta cosas húmedas. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta cosas húmedas. Mostrar todas las entradas

miércoles, 27 de abril de 2016

El Dia Mundial de los Humedales*

El humedal llamado "Laguna grande" en Bercianos del Real Camino (León)

Para gente de cierta edad un humedal todavía se asocia a una connotación negativa: agua estancada, humedad, mosquitos, fango, visión no exenta de motivos ya que el paludismo fue endémico en España hasta principios del siglo XX, siendo oficialmente erradicado en los 60. Pero este miedo secular, que desarrolló leyes favoreciendo la desecación de miles de hectáreas, no ha quedado tan atrás, ni en la sociedad, ni en las mentes de algunos “expertos” o de un buen sector de la administración ambiental, lo que ha favorecido una “sequía” en la gestión de los humedales o un sangrante desinterés científico por los pocos que quedan.

 El paludismo se erradicó oficialmente en España en el año 1965, hasta entonces era una enfermedad endémica.

Mientras que el ornitocentrismo ha salvado a muchos humedales de su extinción gracias a la suerte de albergar algún ave protegida, los que no tenían esa dicha se veían con el futuro muy negro, hasta que llegó la Directiva Marco del Agua. Esta Directiva supuso un cambio abismal en la gestión del agua en España, de repente aparece una legislación que pretende algo hasta entonces inconcebible, mantener una buena calidad ecológica en los ecosistemas acuáticos. No solo hay que hacer los tradicionales análisis químicos, ahora hay que saber si la cantidad y variedad de seres vivos que habitan en cualquier río, lago, estuario o zona costera es la que realmente debe haber. Labor difícil, no tanto en el caso de los ríos porque siempre han estado manejados por el hombre, pero muy complicada para los lagos y humedales, donde el conocimiento sobre ellos es muy escaso. Pero esta Directiva, redactada por expertos de la “Europa húmeda” y por tanto sin tener en cuenta a la Europa mediterránea, fue escandalosamente manipulada en su aplicación a nuestros lagos y humedales por la Dirección General de Aguas (con la complacencia de muchos expertos, todo hay que decirlo),  por la única razón de que tuviese el menor coste de recursos y personal para las arcas del Estado viendo las que se les venía encima. Mientras los ríos se estudiaban y caracterizaban al detalle, los lagos y humedales se ignoraron, a menos que tuviesen la suerte de parecerse a los de la Europa húmeda.

La administración ha priorizado a los embalses en la aplicación de la Directiva Marco del Agua, en detrimento de los humedales (www.chd.es)

Nuestra sociedad, y por tanto su administración y muchos expertos, sigue teniendo una visión “Suiza” de lo que debe ser un lago o un humedal. Queremos que estos ecosistemas sean grandes y tengan agua todo el año. Tenemos la visión del acomplejado por no tener los humedales del centro de Europa, no la del que se siente orgulloso por tener humedales de características mediterráneas.

Nuestros humedales son pequeños, aislados de otros, altamente fluctuantes (la mayoría son temporales) y con un funcionamiento distinto que hace de los humedales Mediterráneos diferentes de los del resto de Europa. La posición de nuestra administración ambiental frente a  Bruselas, fue que, en vez de luchar y enorgullecerse de sus lagos y humedales y adaptar la Directiva a estas peculiaridades (como otros países hicieron), los despreciaron como si fueran de tercera, prefiriendo gestionar los embalses, o solo aquellos que se pareciesen a la  “postal Suiza” del lago. Esta visión va cambiando, pero no a la misma velocidad a la que las zonas húmedas van deteriorándose.

Aún falta entender que no sólo hay que conservar cierto humedal, sino que, bajo las condiciones del Mediterráneo, es necesaria la conservación de todos los escasos humedales que quedan. La razón no es romanticismo o ambición ecologista. Simplemente quedan muy pocos en nuestro país, y por otro lado los cambios climatológicos acentúan la temporalidad  y por tanto la desaparición de los que hasta hace poco eran permanentes. Sabemos que los humedales que resisten la desecación sirven de fuente de dispersión de especies para los que recuperan el agua después de la sequía, permitiendo que se recolonicen, y que la supervivencia de muchos organismos depende de la existencia de esta red de humedales en los que se alterna la extinción y la recolonización de las especies. Los humedales son como nuestras pequeñas selvas tropicales en las que el grado de conocimiento de su composición y funcionamiento es aún poco conocido.

El bosque de ribera es un humedal con importantes funciones (control de avenidas, descontaminación, etc.)

Pero dejando aparte la conservación de especies, algo que algunos tacharán de poco práctico pese a que muchas de utilidad viven en los mismos, ¿por qué otras razones debemos conservar los humedales, incluso recuperar los perdidos o crear otros nuevos? Desde hace años se sabe que los humedales actúan como “riñones” de los ecosistemas. Los ríos que han conservado sus ecosistemas de ribera tienen mucha menor concentración de fertilizantes y pesticidas que los que carecen de ellos. 


La excelente capacidad de depuración de los humedales ha llevado a desarrollar tecnologías específicas para el tratamiento de aguas residuales o de zonas contaminadas por metales pesados u otros compuestos tóxicos. Algunos países aconsejan la construcción de humedales dentro de cauces en zonas de alta carga ganadera o agrícola, y la aplicación de humedales para el tratamiento de la escorrentía de lluvia es algo común en otros. 




Humedal construido para el tratamiento de las aguas residuales de Bustillo de Cea (León)


Las últimas catástrofes naturales consecuencia del tsunami del Indico o del huracán de Florida evidenciaron que mientras que el humedal costero protegió del tsunami a los habitantes de las zonas que aún lo conservaban, la destrucción de los mismos para el cultivo o la acuicultura dejó de tener un balance económico positivo cuando se perdieron miles de vidas por la ausencia de dicha protección. 




Los manglares, humedales costeros, protegen las costas de la destrucción frente a los tsunamis.(www.fao.org)

La conservación de los humedales es por tanto la visión egoísta de quienes piensan que la conservación y el uso razonable de las especies y de los ecosistemas es la mejor forma de asegurar nuestra propia conservación. Si una vez al año podemos recordarlo, daño por lo menos no hará


*Artículo modificado del publicado en el Diario de León

miércoles, 10 de diciembre de 2014

Como hacer cerveza en casa



Hace poco, animado por las interesantes actividades que programa la Oficina Verde de la ULe, me apunté a un curso para hacer cerveza casera. Voy a resumir aquí los pasos necesarios, concentrándome exclusivamente en lo que es mas importante para hacer tu propia cerveza en casa. Explicaré en primer lugar el material y los pasos necesarios y al final expondré un par de recetas que realizamos.

MATERIAS PRIMAS:

Para hacer cerveza vamos a necesitar los ingredientes que se indican a continuación. Todos ellos se pueden comprar por internet o en alguna tienda especializada. Al final se indican links donde comprar todo el material necesario:

1- Malta (cebada tostada), y en muchos casos otros cereales como el trigo, también malteados. Nosotros hicimos la cerveza con malta en grano pero tambien puede utilizarse extracto de malta, líquido o seco, en cuyo caso el método cambia ligeramente.


Maltas con diferentes tostados ya pesadas y dispuestas para ser molidas
  2- Lúpulo. Aporta aromas, sabor y el amargor característico de la cerveza. Hay muchas variedades y en cada receta se indica la variedad más adecuada. A continuación pueden verse las características de cuatro variedades utilizadas. Puede comprarse en pellets (deshidratada, picada y peleteada) o en flor deshidratada.





3- Levadura. Se utiliza la misma que se emplea para el pan o el vino Saccharomyces cerevisiae.  y también S, pastorianus Aunque cualquier variedad sirve, cada receta indica qué cepa de levadura es la más adecuada. A continuación se muestran dos variedades y sus correspondientes características organolépticas y de fermentación. Se compran en sobres.




4- Agua de buena calidad, ni muy dura ni muy blanda, es lo ideal para la mayoría de recetas. Algunas cervezas necesitan aguas blandas (las lagers) y otras aguas duras (las stout), por lo que según la receta se deberán buscar determinadas características del agua, pero con un agua normal vale para empezar.

5- Aromatizantes (diferentes del lúpulo). Los aromatizantes dependen de cada receta. En nuestro caso solo utilizamos cilantro y corteza de naranja, pero también puede utilizarse anís, cardamomo, canela, vainilla, enebro, saúco, frutas, etc.

6- Azúcares para la segunda fermentación en botella. Puede se azúcar o miel.

UTILLAJE

Como utensilios necesitaremos los siguientes:

1- Molino: para moler los granos de cebada malteada. Aunque se puede comprar la cebada ya molida, el resultado es mejor cuando se muele en el momento de hacer la cerveza. Hay molinos especiales para ello como el que se indica en la fotografía, pero puede molerse en una picadora o batidora de vaso o en un molinillo de café. Lo importante es que el picado quede un poco grueso  (cada grano partido en 4 o 5 trozos).

Una picadora casera (arriba), y un molino de discos (debajo)

2- Cazuela grande para hacer el mosto (maceración). Se puede utilizar una simple tartera de gran tamaño (15-25 litros, según lo que se quiera hacer), pero hay varios recipientes en el mercado (de unos 30 L) con termostato y temporizador para mantener la temperatura y tiempos deseados durante la maceración. Los precios de estos recipientes pueden variar desde los 300 a más de 1000€ pero merecen la pena cuando se quiere hacer cerveza de forma rutinaria. No obstante, una simple nevera puede sustituir a estos elementos, como explicaré luego.

Dos de los recipientes comerciales que se utilizan para la maceración. El de la izqda. permite generar una secuencia de temperaturas y tiempos diferentes. El de la derecha sólo uno cada vez (se utilizarán en cada una de las recetas que se indican al final)

3- Un sistema de filtración que separe el mosto del grano ya macerado (bagazo). Pueden utilizarse termoneveras con sistema de filtro ya incorporados en el grifo, un colador grande o una simple tela o sábana limpias (hervidas). Las termoneveras también pueden servir para la maceración tal como se indica más adelante.

Colador y termonevera para la filtración del bagazo
3-Un depósito o recipiente que sirva para la fermentación. Cualquier bidón limpio con tapa puede servir. La tapa debe tener algún sistema que permita la salida del CO2 que se produce durante la fermentación, pero evite la entrada de aire y microorganismos que estropeen el fermento. Pueden utilizarse equipos preparados llamados borboteadores, pero también sirve un tubo con algodón estéril en su interior, o un tubo en U invertido.

Dos fermentadores disponibles en el mercado. En la tapa está insertado un borboteador para facilitar la salida del CO2 y evitar la entrada de microorganismos. En la parte inferior tienen una tira indicadora de la temperatura.

Todo el material que vamos a utilizar en la fermentación debe estar muy limpio y desinfectado para asegurarnos que no haya contaminaciones que la estropeen.


4- Una balanza de cocina para pesar el lúpulo (gr), y una báscula para pesar la malta (Kg). Tambien ayuda disponer de un mortero para moler el lúpulo si está en pellets.

5- Servilletas o paños limpios para confinar el lúpulo y otros aromatizantes durante la cocción y evitar que se mezclen con el mosto y haya que volver a filtrarlo.

6- Baño o fregadero con mucho hielo para enfríar rápidamente el mosto cocido, o sistemas de refrigeración comerciales como serpentines (se venden con los equipos).

7- Botellas. Lo más fácil es conseguir botellas de cerveza con tapón de rosca o de gaseosa, pero los aficionados terminan comprando chapas y tapadoras para que queden más profesionales. Lo que si es importante es que las botellas sean oscuras, ya que la luz estropea la cerveza.

8- Pequeño material: cuchara con mango largo para agitar, tubos de plástico para llenar las botellas, termómetro de 100ºC, etc. Hay que desinfectarlo todo muy bien.

MÉTODO DE FABRICACIÓN

Los pasos para hacer cerveza son básicamente los siguientes:
1- Malteado
2- Obtención del mosto (también llamado empastado, braceado o maceración)
3- Fermentación
4- Embotellado y maduración (o 2ª fermentación) en la botella (también llamado "guarda")


Hay un paso previo, importantísimo, que es la desinfección.

Es muy importante limpiar y desinfectar todo el material que se utilice, incluidas cucharas, telas y otro pequeño material, ya que el mayor riesgo de la fabricación es la contaminación del mosto por bacterias u otras levaduras que puedan estropear la fermentación. Conviene lavar bien el pequeño material y desinfectar con lejía diluida (0,5 ml de lejía por litro de agua) los recipientes que se utilicen, sobre todo el fermentador y las botellas. Es importante evitar trasiegos innecesarios o utilizar material no desinfectado, así como trabajar en zonas con polvo.

1- MALTEADO.

La cebada ya se compra malteada por lo que este paso no es necesario, no obstante conviene aclarar que el malteado es un proceso por el cual el grano de cebada se germina y luego se interrumpe la germinación calentándolo. La germinación permite que se liberen enzimas del interior de la semilla y se favorezca el proceso de hidrólisis que tendrá lugar en el paso siguiente, durante la obtención del mosto.

Una vez detenida la germinación con calor y eliminadas las incipientes plántulas, los granos se pasan al tostado. La intensidad del tostado se regula para dar diferentes tipos de maltas. Parte del arte de la cerveza está en saber mezclar diferentes maltas, lo que junto con diferentes tostados aportan diferentes aromas y sabores a la cerveza.

El problema del tostado es que las temperaturas altas inactivan las enzimas del grano, por lo que si se quieren mezclar maltas muy tostadas siempre se necesita "malta base" (sin tostar) para que aporten los enzimas y almidón necesarios para la formación del mosto.

Prácticamente cualquier cereal puede utilizarse para la fabricación de cerveza

Cada cerveza utiliza un tipo diferente de malta, que se puede mezclar o no con otros cereales igualmente malteados. Como he comentado, de lo único que nos tenemos que preocupar en este paso es de comprar las variedades de malta que necesitamos. Las recetas indican las cantidades necesarias de cada malta.


2- OBTENCIÓN DEL MOSTO

En este paso vamos a: 1- moler la malta, 2- macerarla con agua y calor para hidrolizar el almidón y producir azúcares (mosto), 3-separar el mosto del grano ya agotado (gabazo), y 4-calentar el mosto para inactivar los enzimas y añadir el lúpulo para darle el amargor y aromas necesarios.

2.1- Molido de la malta

La malta está en grano por lo que hay que molerla para liberar las enzimas y permitir la hidrólisis del almidón y resto de compuestos de la semilla. El molido no debe ser demasiado fino. Hemos utilizado un molino mecánico, pero puede hacerse con un molino de café o incluso con un rodillo.

Moliendo la malta con un molino de discos, dejando la malta poco picada

2.2- Empastado, braceado o maceración.

La malta se añade al recipiente en el que se realizará la hidrólisis (también llamado maceración, empastado o braceado porque hay que removerlo) y donde se producirá el mosto. La función de este paso es la de solubilizar los almidones (moléculas muy grandes) y otros elementos de la cebada y obtener moléculas más sencillas de azúcares que servirán de alimento a las levaduras durante la fermentación. A este líquido resultante, que estará cargado de azúcares fundamentalmente, es a lo que llamamos mosto.

La maceración se puede hacer a una única temperatura o combinando diferentes temperaturas y tiempos. Cada tipo de cerveza requiere unas temperaturas y tiempos establecidos que se indican en las recetas.

Aspecto de los dos recipientes comerciales utilizados para la maceración. El de la izqda. es el Braunmaster, que tiene en su interior un sistema de filtros que separa el bagazo del mosto producido. El de la derecha necesita que luego se filtre la mezcla para separar el mosto.

Lo difícil de la maceración cuando se hace sin recipientes termostatizados es controlar la temperatura. En casa puede hacerse controlando con un termómetro la temperatura y retirando del fuego la cazuela cuando suba la temperatura, o regulando la intensidad del fuego, sin olvidarse de agitar continuamente.

Otra forma de hacer la maceración en casa, si solo se tiene una nevera, es calentar la mezcla en el fuego hasta los 75º y luego pasarlo todo a una termonevera, donde se dejará hora y media, removiendo cada 20 minutos (remover en exceso supone enfriar demasiado). Se ha comprobado que de esta forma se extrae algo menos el almidón (que puede compensarse moliendo más el grano), pero es un método que al parecer es también muy utilizado y eficaz. De esta forma solo necesitaríamos una nevera y un bidón para fermentar como material grande a utilizar. La nevera de la foto está preparada para este fin, ya que dispone de un grifo con un filtro en el interior que evita la salida del grano.

Una simple nevera puede servir para la maceración.  Si el agua se añade a 75ºC, al cabo de 1,5 h habra bajado solo un par de grados. Luego puede filtrarse con un colador o tela (si no hay grifo) o simplemente abrir el grifo y pasar el mosto al fermentador para enfriarlo.

Cuando se termina la maceración hay que filtrar el mosto  y separarlo del bajazo (los trozos de malta a los que se ha extraído el almidón). Para la filtración se pueden utilizar telas limpias, coladores,  neveras con filtro, etc. El bagazo separado puede utilizarse para hacer pan, muesli, etc.
Filtración utilizando una termonevera. En el grifo lleva incorporado un filtro por la parte interior. El mosto se devuelve al recipiente para su cocción posterior.

2.3- Cocción.

La cocción es la última parte de la obtención del mosto. Se hace en el mismo recipiente que hemos hecho la maceración, o en la olla donde hayamos calentado el agua. Con la cocción se inactivan las enzimas que hidrolizan el almidón, por lo que se detiene la maceración. En la cocción se añade el lúpulo y otros aromas que se quieran aportar.

Cocción del mosto. Se ven los paquetes de tela dentro de los cuales se encuentra el lúpulo y otros aromatizantes(adjuntos)
El lúpulo se añade en dos momentos diferentes, a los pocos minutos de iniciarse la cocción, y al final de la misma.  El lúpulo que se añade al principio de la cocción dará el sabor amargo de la cerveza, el que se añade al final aporta los aromas. Por eso se suelen utilizar lúpulos diferentes al principio y al final de la cocción. En este último momento es cuando también se añaden otros aromas como el cilantro o la piel de naranja (se indica en cada receta).
Lúpulo seco en flor

El lúpulo hay que molerlo, si se adquiere en forma de pellets,  utilizando un mortero. Lo ideal es introducir el lupulo en sacos de tela para que liberen sus aromas y nos facilite la extracción de los compuestos pero sin que sus restos se dispersen por el mosto, lo que nos obligaría a volver a filtrarlo.

Lúpulo molido y confinado en un saco de tela limpio para que libere sus compuestos pero no se dispersen las partículas por el mosto

Molido y adición de los aromatizantes: En nuestro caso, en una de las recetas, además del lúpulo añadimos cilantro y raspaduras de piel de naranja. El cilantro lo molimos en el mortero, y junto con los trozos de piel de naranja lo incluímos en otro saco de tela y lo introdujimos en la cocción en el momento que indica la receta.

Cilantro molido, no hace falta que se muel mucho, justo lo suficiente para partir el grano

En la cocción se pierde agua por lo que será necesario aportársela al final para mantener el volumen de la receta. Al principio conviene por tanto marcar el recipiente para saber cuantos litros se han evaporado durante la cocción.

Durante la cocción hay tiempo para diluir la levadura. Para ello, una opción es haber reservado un poco de mosto frio antes de la cocción (unos 200 ml= un vaso de agua) dentro de una botella estéril y diluir en él los polvos de levadura. Taparlo para evitar contaminación y asegurarse que la temperatura del mosto utilizado no sea superior a 20ºC para no matar las levaduras. Otra opción es añadir la levadura directamente al mosto, una vez que se haya enfriado (ver paso siguiente), pero nuestro maestro cervezero prefiere la primera opción para facilitar que la levadura se vaya adpatando al mosto y acelerar la fermentación. Otra opción todavía mas sencilla es, cuando vayamos a empezar con la maceración, disolver el sobre en unos 200 ml de agua templada a la que hayamos añadido una cucharada de azúcar


Dilución de la levadura en un frasco con mosto macerado y enfriado. Pueden verse los dos sacos de levadura preparados para ser añadidos al principio y fin de la cocción, respectivamente.


2.4- Enfriamiento

Una vez terminada la cocción se extraen los sacos de lúpulo y aromatizantes y el mosto debe enfriarse lo más rápidamente posible para evitar la contaminación por otros microorganismos. El enfriamiento puede hacerse con un serpentín (incluido en los equipos comerciales), o metiéndo el recipiente en un fregadero o barreño con mucho hielo hasta que la temperatura sea de 20-25ºC. Es un paso crucial dado que es en el que suelen producirse contaminaciones.

Enfriamiento mediante un serpentín (incluido en los kits comerciales). Puede hacerse tambien metiendo la olla en un fregadero con mucho hielo y agua fria.


3- FERMENTACIÓN

Se utilizará un depósito tapado y con el que se asegure que el CO2 producido pueda salir, pero que no entren bacterias que puedan estropear la fermentación.

El mosto enfriado se añade al recipiente de fermentación al que le habremos añadido antes la levadura diluida. Al añadir el mosto al recipiente de fermentación conviene hacerlo de forma que se airee lo máximo posible ya que la primera parte de la fermentación es aerobia. Es el único paso en el que conviene airear la mezcla, lo que también supone un riesgo de contaminación. La aireación puede hacerse trasvasando el mosto al fermentador desde cierta altura o agitando enérgicamente el fermentador con una cuchara limpia durante un rato.

Trasvase del mosto enfriado hasta 20ºC al depósito de fermentación. Previamente se ha añadido la levadura diluida.


Una vez llenado el fermentador debe taparse e instalar el borboteador. Hay que evitar que se contamine la mezcla, permitiendo que salga el CO2 pero sin que entre aire.

La fermentación requiere de varios días para que las levaduras transformen los azúcares en alcohol. La temperatura de fermentación determina el tipo de cerveza. Las cervezas que se fermentan a temperaturas bajas (7-15 ºC) son las de tipo lager, las que se fermentan a temperaturas entre 16 a 24ºC son las llamadas "ale" o las cervezas de trigo, y son las que normalmente se hacen en casa.

En casa lo habitual es dejar fermentar en una habitación cuya temperatura sea constante y se ajuste lo más posible a la que nos pide la receta (pueden aceptarse diferencias de uno o dos grados).

4- EMBOTELLADO Y GUARDA

Una vez pasado el tiempo necesario para realizar la fermentación se procede al embotellado, donde se realizará una segunda fermentación. El embotellado es un proceso delicado dado que debemos añadir de forma uniforme los azúcares con los que se formará el gas carbónico de una forma uniforme (lo que también se llama cebado), pero también debemos evitar la aireación de la cerveza durante el llenado ya que estropearía el proceso.

El embotellado tiene por tanto dos partes importantes: la adición del azúcar y el llenado o trasiego.  La adición del azúcar suele hacerse disolviendo el azúcar o miel necesaria en un poco de agua caliente y luego añadiéndolo al fermentador, procurando distribuirlo por toda la superficie y luego dispersándolo con cuidado con una cuchara limpia, pero sin llegar al fondo para no remover la levadura del sedimento. Esto hay que hacerlo con mucho cuidado para no resuspender la levadura ni airearla. A partir de aquí puede procederse al llenado de las botellas directamente.


Lo ideal para disolver mejor el azúcar y realizar el llenado es poder disponer de otro recipiente limpio, que puede ser el propio recipiente de la maceración, y trasvasar con cuidado, con un tubo limpio y largo que salga del grifo del fermentador y que llegue al fondo del recipiente de trasvasado, evitando que la cerveza salpique en el fondo y se airee en exceso. Una vez trasvasada la cerveza se añade el azúcar diluido y se mezcla con cuidado, ello asegura que todo el azúcar se disuelve uniformemente y que todas las botellas tengan la misma cantidad de azúcar. De este paso se puede prescindir y realizar el embotellado directamente desde el fermentador como se indica en el párrafo anterior.


En el trasiego de la cerveza a la botella debe ponerse especial cuidado en no salpicar la cerveza contra el fondo de la botella para no airearla. Para el llenado lo ideal es utilizar un tubo limpio que salga desde el recipiente con cerveza y que toque siempre el fondo de la botella cuando empezamos a llenar. Lo más secillo es situar una pinza en el tubo de plástico y abrirla o cerrarla. Hay también tubos con válvulas apropiadas para este objetivo que se venden con los kits comerciales. La cerveza se llena hasta el nivel normal que se observa en cualquier botella.
Embotellado. El tubo debe tocar el fondo para evitar que la cerveza se aire

Una vez rellenada y cerrada la botella (puede hacerse con tapas de chapa y taponadores), las botellas deben mantenerse a la temperatura y tiempo de carbonatado que indique la receta. Durante ese tiempo las levaduras seguirán trabajando fermentando el azúcar añadido y formando el gas carbónico.
Taponado con máquina

Al cabo del tiempo de guarda se puede detener la fermentación pasando las botellas al frigorífico, donde puede mantenerse durante meses, hasta que se beba.

Los maestros cerveceros


RECETAS

Como ejercicio se realizaron 2 recetas de cerveza. En una se combinaron diferentes temperaturas de maceración, en la otra se combinaron varias maltas diferentes y se utilizó una única temperatura de maceración.

El tiempo necesario, sin contar la fermentación ni el guardado en la botella, es de unas 4-5 horas, desde el molido hasta el llenado del fermentador. A esto hay que añadirle el tiempo para desinfectar previamente el material, y otro par de horas para llenar las botellas y dejarlas en la segunda fermentación.

Cerveza 1: Witbier - (Cerveza de trigo) 

Ingredientes:

- 25 L de agua
- Maltas: - 2,4 kg malta de trigo (50%)* (sustitución del trigo según estilo Weissbier)
                2,4 kg malta Pilsener (50%)

- Adjuntos y aromatizantes: - 15 g piel de naranja dulce (sólo epicarpio)
                                          - 10 g semillas de cilantro (coriandro) ligeramente machacadas

- 25 g lúpulo Saaz (40% al inicio de la cocción, 60% a los 10 minutos finales de la misma)

- Levadura Muribrew Weiss cepa Y1433 (Maurivin, Australia).

Maceración:
-          Incorporación de la malta                            30 ºC
-          Fase potenciadora del ácido ferúlico         40 ºC               15 min.
-          Fase proteolítica                                            50 ºC               15 min.
-          Fase sacarolítica                                            61 ºC               30 min.
-          Fase dextrinizante                                         72 ºC               15 min.
-          Inactivación enzimática                                78 ºC               10 min.

Cocción:

-          100 ºC             80 min.

Realizar la incorporación de los aromatizantes con la segunda incorporación del lúpulo.

Añadir 10 g de lúpulo una vez que hayan transcurrido 15 minutos del inicio de la cocción y el el resto (15 g) cuando resten 10 minutos.

Fermentación principal:

            Entre 3 y 5 días a 22 ºC. (temperatura de una habitación)

2ª Fermentación en botella-maduración:
Embotellado incorporando a la cerveza verde azúcares en forma de un jarabe de azúcar refinado a razón de 6 g/L. Para ello se preparará previamente el jarabe mezclando la cantidad de sacarosa necesaria para el volumen de cerveza obtenido con 100 mL de agua mineral. Almacenar a 12ºC. Consumir al cabo de 3 semanas


Cerveza 2: Classic Rauchbier - (Cerveza ahumada clásica) 
Ingredientes:

- 25 L de agua

- Maltas: - 2,5 kg malta Ahumada (50%)
               - 0,8 kg malta Pilsener (16%)
               - 0,8 kg malta Viena (16%)
                 0,8 kg malta Munich (16%)
               - 0,1 kg malta Chocolate (2%)

- 20 g lúpulo Nugget transcurridos 10 minutos de la cocción y 15 g lúpulo Perle en los 10 minutos finales de la misma

- Levadura Safale S-04 (Fermentis, Francia)

Maceración:

-          Infusión simple           65 ºC        65 min.

Cocción:

-          100 ºC                      75 min.

Añadir el lúpulo Nugget transcurridos 10 minutos de la cocción y el lúpulo Perle cuando resten 10 minutos.

Fermentación principal:

            Entre 3 y 5 días a 18 ºC.

2ª Fermentación en botella-maduración:

Embotellado incorporando a la cerveza azúcares en forma de un jarabe de miel a razón de 7 g de miel/L. Para ello se preparará previamente el jarabe mezclando la cantidad de miel necesaria para el volumen de cerveza obtenido con 100 mL de agua mineral.
Almacenar las botellas a 12ºC. Consumir al cabo de 5 semanas.


BIBLIOGRAFÍA Y OTRA INFORMACIÓN COMPLEMENTARIA:

Beer Judge Certification Program (2008). Pautas de estilos para Cerveza, Hidromiel y Sidra. Disponible en: www.bjcp.org [17-05-2014].

Fermentis. Ficha técnica cepa Safale S-04. Disponible en: http://www.fermentis.com/wp-content/uploads/2012/02/SFA_S04.pdf [15-11-2014].

Hughes G. (2014). Cómo elaborar cerveza casera. Ediciones Omega. Barcelona, España. (numerosas recetas de cerveza)

Jackson M. (1994). El libro de la cerveza. Editorial Blume. Barcelona, España.

Lutzen K.F. y Stevens M. (1994). Homebrew favorites: a coast to coast collection of over 240 beer and ale recipes. Storey Publishing. Pownal, VT, Estados Unidos.

Mauri Yeast Australia. Ficha técnica cepa Y1433. Disponible en: http://www.murphyandson.co.uk/datasheets/Data-heets2/Mauribrew%20Weiss%20Yeast.pdf [17-10-2014].

Recetas de cerveza:





Otras web sobre cómo hacer cerveza en casa:



Muy bueno este vídeo sobre cómo hacer cerveza en casa con mínimo equipo:


Equipos inoxidables y materiales para hacer cerveza en casa:
http://www.masmalta.com/30-equipo-inox





domingo, 16 de noviembre de 2014

Mi pequeño estanque

Hacía tiempo que llevaba con la idea de construir un estanque en el pequeño patio de mi casa.Un patio de 5 x 5 m y en el que ya había una pequeña zona de unos 4 m2 de un bancal para huerta, una zona pequeña para plantas aromáticas y un pequeño compostador. La posición del estanque estaba clara, debía estar a un lado del patio, aprovechando dos de las paredes y así minimizar esfuerzo, costes y espacio.
El mini-patio con el compostador, la zona de aromáticas, la mini-huerta, y el mini-estanque

¿Qué tipo de estanque quiero?

Uno de los aspectos más importantes es decidir qué tipo de estanque se quiere hacer, no todos los estanques son iguales, cada uno tiene sus gustos y su idea al respecto. Hay quien quiere un estanque para tener peces de colores, otros para tener un jardín acuático, otros quieren una fuente, etc. Es decir, hay diferentes tipologías de estanques y cada una requiere ciertas consideraciones a la hora de construcción y de mantenimiento.

Mi idea del estanque era muy clara, el estanque debería imitar, dentro de lo posible, una laguna típica de los ambientes esteparios característicos de Castilla y León, lagunas típicamente endorreicas, fluctuantes (el nivel del agua varía naturalmente entre el invierno y el verano), muchas de ellas temporales y por tanto lagunas con pocos peces, o sin ellos. Son lagunas con una importante densidad de vegetación sumergida y una importante diversidad de organismos acuáticos.
Laguna Sentiz, Valdepolo (León)

El estanque será, inicialmente, un estanque sin peces. Los únicos vertebrados serán inicialmente anfibios. Muchas lagunas esteparias no tienen peces debido a que son temporales. No incluir peces me permite también observar cual será las dinámica de la vegetación y de sus animales asociados durante los procesos de aclimatación. El único riesgo que tengo al no incluir peces será el posible desarrollo de mosquitos en el estanque. Pero las larvas de mosquitos también son depredadas por invertebrados como los hemípteros y las larvas de odonatos.

Esta idea de estanque supone algunos criterios iniciales de diseño y mantenimiento importantes: no tiene por qué haber aporte constante de agua al estanque (hay que dejar que la profundidad de agua fluctúe de una manera lo más natural posible), y no hay sistema de tratamiento o depuración del agua. El estanque debe mantenerse autorregulado en cuanto a sus concentraciones de nutrientes. Un último criterio es que la composición biológica del estanque debe ser lo más similar posible a la de una laguna natural, aunque obviamente el tamaño es un limitante de la riqueza de un lago. Lo que sabemos es que cuanto más pequeño es un ecosistema, menor riqueza de especies tiene, por lo que tendré que manipular la riqueza introduciendo especies y evitando, en lo posible, la competencia o el dominio total de una sobre otra.

Con estos criterios y dadas las limitaciones de espacio, decido hacer una laguna de 4 m de largo, 90 cms de ancho y unos 50 cms de profundidad. Dado que no puedo profundizar 50 cms debido a la existencia de las zapatas de hormigón de los muros que separan los patios de las casas, decido profundizar sólo 30 cms y levantar un murete de otros 20 cms por encima del nivel del suelo. Además, como quiero jugar con las variaciones en la profundidad del agua consecuencia de la evaporación, necesito al menos 50 cms de profundidad para evitar que el estanque se seque completamente.

Perfil de la vegetación litoral de la laguna de Sentiz (Valdepolo, León) (Aláez 1985)

El perfil del estanque buscará que haya un gradiente de profundidad que permita el crecimiento de plantas con diferentes tolerancias a la inundación. El estanque estará parcialmente rellenado por tierra en uno de sus laterales, creando un talud que favorezca el gradiente de profundidad. Este talud permitirá además que los anfibios puedan entrar y salir de las zonas inundadas del estanque. Para que el talud no se deslice con el tiempo e invada todo el fondo del estanque de tierra, situaré una pequeña barrera o deflector en el fondo del estanque separando la zona “litoral” del resto del estanque.


Dado que una parte del estanque estará en sombra durante más tiempo que la otra, situaré las zonas más profundas en las zonas sin sol y las zonas con vegetación litoral en las soleadas. Para facilitar el mantenimiento y posible limpieza, así como hacer fácil la gestión de la vegetación acuática, voy a situar bandejas grandes, de las que venden en invernaderos, en el fondo del estanque. Prefiero bandejas y no tiestos porque una mayor superficie me permite asegurar la estabilidad de las poblaciones y una buena densidad, necesaria para que haya un buen crecimiento de macroinvertebrados. Las bandejas, al ser más bajas que los tiestos me permiten jugar mejor con las variaciones de profundidad.

Estas bandejas se llenarán de sedimento con su vegetación acuática correspondiente y serán las zonas donde crezca la vegetación sumergida, además ofrecerán mayor posibilidad de uso por parte de los invertebrados y otros organismos. Alrededor de las bandejas situaré piedras de diferentes tamaños favoreciendo zonas de refugio para invertebrados, anfibios, etc.

El estanque será de obra (hormigón y ladrillo), pero por razones que explicaré luego, al final tendré que recubrirlo de fibra de vidrio para asegurar la estanqueidad. Unas buenas explicaciones de cómo hacer un estanque con hormigón o con fibra de vidrio se adjuntan al final.

Excavación: De la excavación se encargó mi amigo Emelés, capaz de llegar al centro de la tierra excavando. Parte del suelo extraído será reservado para rellenar el estanque en uno de sus extremos.




Construcción de la solera. Se armó con un mallazo para asegurar estabilidad.



Paredes de ladrillo: se construyó una pared de ladrillo de unos 50 cms. Utilicé ladrillo visto.




Replanteamiento de la solera: Aunque se intentó mantener una pendiente en el estanque, resultó que la misma no era muy buena, así que cometí el error de querer replantear la pendiente colocando una nueva solera de cemento encima de la solera de hormigón. Como todo el mundo sabía, menos yo, añadir una capa de cemento encima de otra de hormigón plantea importante problemas de adherencia entre ambas por lo que deben utilizarse compuestos químicos que favorezcan la unión entre las dos capas. Yo utilicé SIKA Latex añadido al cemento.

Aproveché esta nueva solera para recubrir la cara interior de la pared de ladrillo con una capa de cemento. Para evitar posibles grietas en las esquinas coloqué tiras de malla plástica de unos 20 cms de ancho en todas las esquinas, dejando unos 10 cms de malla a cada lado de la esquina.

Secado de la solera: uno de los problemas de trabajar en verano es que el secado no puede ser rápido ya que la formación de grietas es muy común, yo intenté controlar el secado con una sábana humedecida, pero aún así aparecieron grietas importantes que debía repasar cada día.



El intento falló, al cabo de un tiempo había zonas de la solera que no habían fusionado con el hormigón. Las pequeñas pruebas que hice de estanqueidad me demostraron que el agua se perdía, e incluso entraba al estanque desde el patio cuando llovía mucho, por lo que decidí asegurar la impermeabilización con fibra de vidrio.

Para el recubrimiento con fibra de vidrio y resina seguí los pasos que obtuve en un foro del que no guardé el link (ver al final). Como ya había trabajado con fibra de vidrio tenía cierta experiencia en este material cuya toxicidad mientras se trabaja deja bastante que desear.




Como no quería dejar las paredes de fibra de vidrio, sino darles un aspecto lo más rústico posible, antes de que se secase la última capa de resina, y a medida que la iba aplicando con el rodillo iba lanzando contra la pared puñados de arena o pequeñas piedras para darle un aspecto rústico. Para dar esta última capa de resina en las paredes esperé que la resina de la solera se hubiese secado completamente para poder pisarla e ir recogiendo la arena que caía. Al final apliqué tres capas de resina por encima de la fibra de vidrio para asegurar la estanqueidad.

Recogida de la vegetación.

La realicé en la laguna con una pala extrayendo pequeños trozos de sedimento acompañados de vegetación. Los trozos los fui acumulando en una caja de plástico para su transporte con un poco de agua para asegurar las condiciones de humedad. Con la pala también se extrajeron pequeñas piezas de suelo de unos 4-5cms de profundidad con su vegetación correspondiente, que se colocarán en zonas de similar profundidad en el estanque. Con una red (se puede hacer con un colador grande), recolecté todo tipo de animales entre la vegetación sumergida de la zona litoral, invertebrados, renacuajos y ranas. Intenté no recoger sanguijuelas ni peces, sobre todo la abundante gambusia.

En la zona superior del talud de arena coloqué cepellones de Iris pseudacorus, el lirio de agua. Lo recogí con la pala en una acequia próxima. Simplemente busqué aquellas plantas más pequeñas que estaban empezando a crecer y que me eran más fáciles de recoger. Con la pala fui cortando cuadrados del mismo ancho que la pala y luego sacaba las plantas con el sedimento y tierra asociada. Las metí en un cubo grande y me las llevé a casa. Elegí lirio y no otra especie de macrófitos por varias razones:



El estanque recién plantado, el agua aún está turbia por los sedimentos y plantas traídas de la laguna.

-El carrizo (Phragmites australis) desarrolla demasiada raíz y a los pocos años tendría toda la arena y el resto del estanque colonizado.

- La espadaña o enea (Typha spp) tiene demasiada biomasa aérea y las raíces también son muy invasivas

- Otras especies como el junco (Scirpus lacustris) tienen el problema de que crecen de forma concéntrica y terminan dejando una zona central sin vegetación.

- Hay otras especies de Juncus spp. , Carex spp. etc que pudieran dar un buen resultado dado que tanto las raíces como la biomasa aérea no son excesivas ni demasiado agresivas, pero en mi caso me quedaban a desmano.

En la recolección de las plantas solo hay que tener cuidado en que cada planta tenga suficiente raíz para que pueda prender, por eso deben arrancarse matas de plantas con toda su raíz.




Listado de plantas que han crecido este primer verano en el estanque:

- Vegetación emergente: Veronica anagallis-aquatica, Eleocharis palustris, Iris pseudacorus, Baldellia sp., Litorella uniflora, Callitriche sp.




Lemna (1), Eleocharis (2), Verónica (3), Antinoria (4), Iris (5), Callitriche (6)




- Vegetación sumergida: Myriophyllum alterniflorum, Potamogeton pectinatus, Chara sp., Nitella sp. Ceratophyllum demersum.




Izqda: Nitella (1), Potamogeton pectinatus (2). Dcha: Ceratophyllum (1), Myriphyllum (2)




- Plantas de hojas flotantes: Antinoria agrostidea, Potamogeton gramineus, Polygonum amphibium.




Izqda: Verónica (1), Polygonum (2), Antinoria (3). Dcha: Potamogeton gramineus


- Plantas flotantes: Lemna minor.

Problemas observados hasta el momento:



Dos son los problemas que he encontrado a lo largo de este primer verano. Uno es el desarrollo excesivo de la lenteja de agua (Lemna), especie que se ve favorecida en los pequeños estanques y que debe eliminarse o termina cubriendo toda la superficie y evita la entrada de luz, con todos los problemas que ello conlleva (muerte de los hidrófitos, aumento de la actividad heterótrofa, pérdida de oxígeno, etc.).

El otro problema ha sido el desarrollo de algas filamentosas (Spirogyra, Mougeotia etc.). Estas algas se ven beneficiadas a concentraciones medias de nutrientes y se desarrollan encima de la masa de hidrófitos por lo que pueden limitar la entrada de luz al fondo del estanque. Mi afán por imitar la laguna ha tenido tanto éxito que también ha imitado sus propios problemas. La laguna de Sentiz se caracteriza por el desarrollo masivo de estas algas filamentosas, que en principio no evitan el desarrollo de la vegetación sumergida, pero probablemente reduzcan su crecimiento.

De momento las estoy eliminando manualmente a la vez que elimino las lentejas. Veré cómo evoluciona la situación por si debo controlar los nutrientes, o favorecer el dominio de la lenteja de agua para oscurecer temporalmente el estanque, esperando que las plantas soporten mejor la falta de luz que las filamentosas, en caso contrario, habrá que volver a plantar.



Algas filamentosas creciendo cerca de la superficie


¿De donde salen tantos nutrientes si el agua de llenado ha sido del grifo? Pues probablemente de la tierra que he utilizado para rellenar el estanque. Era tierra de huerta, probablemente llena de abonos, y eso puede haber ayudado a que la vegetación haya crecido tanto como lo ha hecho hasta al momento, toda la superficie de las bandejas están cubiertas por la vegetación sumergida.




Foto al microscopio de las algas filamentosas del estanque, mayoritariamente Spirogyra spp y alguna Mougeotia sp.


El estanque evolucionará con el tiempo, algunas especies desaparecerán y otras se verán beneficiadas, hay que esperar al menos un par de veranos para ver como se va estabilizando las comunidades

 

Enlaces donde obtener información completa sobre la construcción de un estanque:

- Construcción de un estanque de obra:
- Impermeabilización de un estanque con fibra de vidrio:
(obtenido de un foro del que no guardé el link)

Material: 
- Fibra de vidrio (manta), resina y catalizador (yo utilicé 5 L de resina, unos 200 ml de catalizador y unos 10 m de fibra)
- Un cubo de plástico duro (no sirven las botellas de agua, esos plásticos los disuelve la resina) tienen que ser  de plástico duro, para mezclar los componentes y algo para agitar
- Guantes elásticos finos y gruesos que no les afecten disolventes. Yo llevaba unos finos de laboratorio debajo y unos de plástico más fuerte encima.
- Un cubo o bolsa de basura para tirar el material que se endurezca y el resto de cosas
- Un mono de papel
- Máscara y gafas de protección
- Un par de rodillos de lana (para 8 m2 yo tuve que utilizar 2), y un par de brochas.
- Cutter
- Plástico para proteger el suelo de goteos
- Trabajar al exterior.

El dia anterior debe cortarse la manta de fibra de vidrio en trozos de no más de 60 x 70-80 cms; hay que cortar dos piezas iguales para cada trozo, ya que utilizaremos una doble capa. Cada pieza debe solaparse con la anterior unos 4 cms.  Al manipular la fibra es importante ponerse el mono y una mascarilla. La fibra de vidrio se rompe en partículas muy pequeñas que pueden calvarse en la piel o respirarse.  La manta de fibra se corta con el cutter sobre un cartón. Es importante tener todos los trozos necesarios ya cortados antes de empezar el recubrimiento.
EL trabajo debe hacerse cuando la temperatura sea la ideal, ni muy fría ni muy caliente. Pero mejor que esté algo fresco porque con calor la reacción es muy rápida y se endurece enseguida. Yo empecé a las 8 de la mañana con 3 kg de resina, y a las 10 tuve que hacer solo 2 kg porque más se endurecía. La resina que se endurezca  se tira a una bolsa.

La relación entre resina y catalizador es del 2%. Yo pesé inicialmente en una báscula  3kg para hacerme una idea  tomar referencias de volumen y le añadí el catalizador, el volumen de un vaso de chupito (60 g), esa cantidad de resina me daba para unos 4 trozos de 60 x 70 cms.
El catalizador debe añadirse en el exterior, al sustancia es tóxica por inhalación y contacto ya que atraviesa la piel, una vez que se ha añadido a la resina y se mezcla, quedan poco más de 10-15 mins antes de que se empiece a endurecer (dependerá de la temperatura).  La mecánica es siempre la misma, primero impregnar la pared, luego aplicar una pieza de vidrio, embadurnarla homogéneamente de resina y aplicar la segunda capa volviendo a embadurnar asegurándose de que no queden burbujas ni poros.